FEDACE (Federación Española de Daño Cerebral Adquirido) define el Daño Cerebral Adquirido como “una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, cognitivas y emocionales”. Cuando un evento ocurre durante la infancia (0 – 16 años) hablamos de DCA infantil. Quedan excluidas alteraciones congénitas del desarrollo y aquellas lesiones cerebrales producidas durante el parto o en el período neonatal (Parálisis Cerebral).
Las causas más comunes que provocan un DCA son:
- Traumatismo craneoencefálico (TCE)
- Tumores de sistema nervioso central
- Ictus
- Determinados tipos de epilepsias
- Infecciones con afectación encefálica
Es necesario destacar que, cuando un evento ocurre durante la etapa infantil, interrumpe la maduración natural del sistema nervioso central y, por tanto, afecta al desarrollo del niño. Un DCA puede cursar con alteraciones cognitivas, emocionales, sensoriales y motoras.
La plasticidad del sistema nervioso está presente durante toda la infancia y sigue presente tras un daño. Es por ello que la comunidad científica avala una intervención temprana e intensiva. El abordaje terapéutico irá enfocado a paliar y favorecer la recuperación de las alteraciones como consecuencia del daño, así como estimular el desarrollo, que, generalmente, se verá entorpecido debido a la lesión.
Cuando un menor sufre un daño cerebral, debe ser valorado y abordado desde un equipo transdisciplinar, que cubra todas las necesidades tanto del niño como de su familia. Una de las piezas clave del equipo es el terapeuta ocupacional. Este miembro del equipo será el encargado de valorar las dificultades en la participación en las distintas áreas de ocupación: actividades básicas de la vida diaria, actividades instrumentales, ocio y tiempo libre, educación y juego.
Entre los objetivos de terapia ocupacional encontramos:
- Capacitar al menor para ser lo más independiente posible en su vida diaria.
- Asesorar y entrenar en el uso de productos de apoyo al menor y su familia para favorecer un desempeño lo más autónomo posible en las diferentes áreas de ocupación.
- Confeccionar férulas en caso de ser necesario.
- Realizar adaptaciones de materiales de uso cotidiano (cubiertos, cepillos de dientes, útiles de escritura, juguetes…)
- Valorar los diferentes entornos en los que el menor participa (hogar, escuela, lugares de ocio…) y proponer las adaptaciones oportunas.
El fin último del abordaje neurorrehabilitador y, en especial de la terapia ocupacional, es fomentar el mayor grado de participación y autonomía del menor, durante su etapa madurativa y en la edad adulta.
El terapeuta ocupacional utiliza las actividades significativas como medio terapéutico y como fin funcional. El uso de la actividad significativa favorece la adquisición y generalización de aprendizajes. El juego por tanto, será utilizado como medio terapéutico, y como fin, ya que se trata de una de las principales ocupaciones en la infancia.
Nuestro equipo de terapeutas ocupacionales está en constante reciclaje para atender de forma especializada a niños de todas las edades con DCA, en coordinación con el resto del equipo de neurorrehabilitación. Si tu hijo ha tenido un daño cerebral ocasionado por cualquiera de las causas antes mencionadas, no dudes en consultarnos.